Sembremos y luego esperemos la cosecha

En realidad es esperar con paciencia, pero el titulo se hacía muy largo. Imitemos al campesino. Él espera con paciencia a cosechar y cuidar con mimo los frutos que Dios permita cosechar. Cuántos más desvelos emplee, más frutos conseguirá , y si no se le dá bien , no desesperará, ya vendrán tiempos mejores. Así es la vida. Debemos cuidar con paciencia y mimo nuestras capacidades, y emplearnos a fondo por sacar a la luz todo lo bueno que tenemos. No debemos guardarnos nada , como el de los talentos que su amo le entregó y él , por temor, los enterró. Después cuando su amo le pidió cuentas, él lo dijo; su amo le maldijo; sin embargo a los que lo habían duplicado les hizo los mayores honores. Dios nos pedirá cuentas también de nuestras capacidades, como las hemos empleado , si hemos sabido potenciarlas, o por el contrario, no las hemos sabido aprovechar guardándolas y empequeñeciéndolas. También es cierto que no a todos nos da igual, pero lo que nos da , debemos saber engrandecerlo, siendo útiles a los demás, servir, en definitiva.