El día once de octubre nos reunimos en una fiesta familiar para celebra por un lado el cumpleaños de Mónica y por otro, la salida del hospital de mi madre que por fin, después de más de un mes y medio salió el día 8 de Octubre, cumpleaños de Miriam.
Fué una fiesta preciosa, sorpresa para Mónica que no se lo imaginaba. Nos disfrazamos todos de dibujos animados, hasta la niña que se disfrazó de sirenita. Los disfraces fueron: Lupita, de los Lunis, la abeja Maya, el pirata Garfio, un duende, de dibujo animado manga, de Blanca Nieves, de Obelis y Asterix, en fin, tantos como eramos. Hicimos catas de vinos, con premio al mejor, concurso de disfraces, con premio al mejor; jugamos a un juego muy divertido, con premio al equipo ganador, y por supuesto comimos y bebimos hasta hartarse. Jesús se encargó de todo. Yo se lo agradezco, pues fue un día inolvidable que me gustaría que se repitiera más veces.
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