jueves, 5 de marzo de 2009

NACIMIENTO DE UN LIBRO

Los libros nacen por casualidad. Un buen día decides escribirlos y te planteas empezar. Así surgió el mio. Quería algo relativo a mi profesión, algo que la inmortalizara. Asi surgió El Profesor".
Cuando empiezas a escribir te sientes muy importante, deseas cuanto antes que los demás lo lean, saber qué opinan, cómo se han sentido al leerlo. Es como un hijo tuyo que presentas en sociedad. Te vuelcas en él, como si en ello fuera tu vida y sobre todo sientes una gran felicidad, algo auténtico que te rezuma hasta por los ojos.
Por otro lado quieres hacerlo muy bien. Haces muchas correcciones. Lo que un día te parece bien, al día siguiente lo cambias por completo. Como yo digo, un hijo al que educas en tus principios, pero le dejas volar, según la imaginación te va marcando.
¿Os imagináis tenerlo todo controlado; cambiar el principio, el fín y lo del medio a tu antojo? Esto no lo harías con tus hijos. Ellos se moldearán a sí mismos.
Escribir un libro es pasión, pero de la buena, de la que deja huella y no se esfuma a la primera de cambio.
Forma parte de tí. Así te sientes cada vez que lo relees y lo haces muchas veces.Cada vez te gusta más. Te sientes identificado con él. Lo quieres más, vamos, como si fuera tu hijo. Por eso mi empeño en compararlo con el hijo, aunque el libro no se te rebela, te sigue a todas partes y si no quieres, nunca se independiza, ni lo pierdes.
Tu libro se hace cada vez más grande. Llega un momento que deja de crecer, al igual que tu hijo, pero él no se morirá nunca. Tus herederos tratarán de que perdure.

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