martes, 9 de marzo de 2010

MI RELACIÓN CON MI MADRE

Ahora si que estoy gozando y disfrutando de mi madre, he dado un giro de 180 grados en cuánto a mi comportamiento con ella. Ahora me controlo y atiendo todas sus peticiones sin ponerme nerviosa, tratando de mimarla, como algo tan valioso que es para mí. Quiero que disfrute de igual manera de mí y que juntas seamos una piña. Ella se merece esto y mucho más, ella es la que me ha cuidado siempre con amor y mucho respeto y yo sin embargo, no me he puesto a su altura, me he comportado de una forma irascible que ahora, menos, se merece. Nos contaba ayer el psicólogoun cuentecillo que ilustra la situación de algunos hijos y sus padres: Iba, un padre con su hijo de paseo por el parque, el padre tenía dificultades de memoria, como mayor que era y oyó el canto de un pájaro, preguntó a su hijo: ¿que pájaro es ese? Un gorrión, papá, así estuvo preguntándole lo mismo unas cuántas veces, hasta que su hijo se hartó y le contestó de muy malas maneras. el padre murió y mirando entre sus papeles, el hijo se encontró un diario en el que su padre anotaba: Hoy, me he llenado de felicidad al contestar a mi hija un montón de veces que el pájaro que estaba escuchando era un gorrión. El hijo se desarmó en llanto, acordándose de como había contestado a su padre en aquella ocasión.^Por eso yo no quiero que me pase lo mismo, no quiero arrepentirme de una mala acción y menos con mi madre.

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